Un estudio del Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Universidad de Concepción reveló que más de 21 mil hectáreas han sido colonizadas por Acacia dealbata, una especie exótica que amenaza la biodiversidad y el equilibrio ecológico de ríos y quebradas entre las regiones del Maule y La Araucanía.
¿Qué tan grave es la expansión del aromo en el centro-sur de Chile? Esa fue la pregunta que guió el reciente estudio desarrollado por el Laboratorio de Ecología de Paisaje (LEP) de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, dirigido por el Dr. Cristian Echeverría. El equipo, compuesto por Felipe Cocever – alumno de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales – y los investigadores del LEP Diego Muñoz y Rodrigo Fuentes, analizó imágenes satelitales, aplicando técnicas de teledetección y fotointerpretación para mapear la presencia de Acacia dealbata, comúnmente conocida como aromo, en las zonas ribereñas comprendidas entre las regiones del Maule y La Araucanía.
El resultado es preocupante ya que se identificaron 21.614 hectáreas invadidas por esta especie, que compite con la flora nativa y pone en riesgo la integridad de ecosistemas clave.
Un problema
El aromo, originario de Australia, fue introducido en Chile con fines ornamentales y forestales. Sin embargo, su rápida expansión ha generado impactos significativos en los ecosistemas locales, especialmente en zonas ribereñas, donde se concentra la biodiversidad y ocurren procesos ecológicos fundamentales como la regulación hídrica, la conectividad biológica y la regeneración natural.
“Estas zonas funcionan como corredores ecológicos. Cuando una especie invasora como el aromo las coloniza, interrumpe estos procesos, afectando tanto a especies vegetales como animales”, explica Felipe Cocever, investigador principal del estudio, quien presentó los resultados en el la reciente IV Reunión Bienal de la Sociedad de Ecología del Paisaje de Chile.
El estudio
El equipo utilizó 14 imágenes multiespectrales del satélite Sentinel-2, capturadas entre junio y septiembre de 2023, para identificar los patrones de respuesta espectral, color y textura característicos del aromo en esta época del año. Se aplicó un “buffer” de 200 metros a ambos lados de los ríos para delimitar el área de estudio, que abarcó un total de 322 mil hectáreas.
Dentro de esa franja ribereña, se detectó que el 6,7% está cubierto por aromo, con una mayor concentración en la depresión intermedia, donde se ubica el 75% de las hectáreas invadidas. Por región, La Araucanía lidera con el 40% del total, seguida por Biobío (23%), Ñuble (21%) y Maule (16%).
En esta última, la invasión es más reciente, con parches aún pequeños y dispersos, lo que podría representar una ventana de oportunidad para actuar a tiempo.
“El estudio demuestra que los sistemas ribereños están siendo utilizados por esta especie como vías de propagación. Si no se actúa pronto, la situación podría agravarse y comprometer aún más los servicios ecosistémicos”, advierte el Dr. Cristian Echeverría, director del LEP.
Entre las medidas sugeridas se incluyen el manejo integrado de cuencas, la restauración ecológica de áreas afectadas y la implementación de políticas regionales de control y monitoreo, basadas en evidencia científica como la que entrega este estudio.
Un insumo clave
Este trabajo se enmarca en el proyecto FONDECYT 1231230, que evalúa los impactos del cambio climático y el uso del suelo sobre los servicios ecosistémicos en el centro-sur de Chile. Los resultados entregan información crítica para autoridades, comunidades y organizaciones que enfrentan el desafío de controlar las invasiones biológicas en escenarios cada vez más complejos.