Estudio revela desacople entre oferta y demanda de servicios ecosistémicos en comunas del Gran Concepción

Crecimiento urbano sin planificación pone en riesgo servicios clave para la vida en la ciudad 

El acelerado crecimiento urbano del Área Metropolitana de Concepción (AMC) ha transformado profundamente su paisaje. Las áreas rurales y naturales están cediendo espacio al hormigón y al asfalto, y con ello se pierden también valiosos servicios ecosistémicos: aquellos beneficios que la naturaleza entrega gratuitamente a las personas, como la provisión de agua, alimentos, regulación del clima y espacios para el ocio.

 

En este contexto, Bárbara Rubio Soto, recién titulada como Ingeniera en Conservación de Recursos Naturales por la Universidad de Concepción, realizó una investigación pionera que analiza la congruencia espacial entre la oferta, la demanda y el beneficio real de estos servicios en cinco comunas del AMC: Chiguayante, Concepción, Coronel, Lota y Hualqui.

“Desde que conocí el concepto de servicios ecosistémicos en la carrera, me interesó profundizar. La mayoría de los estudios se enfocan en la oferta, pero muy pocos consideran si esta coincide con la demanda o si realmente genera beneficios para las personas”, explica la reciente titulada en abril del 2025.

 

El trabajo de titulación cumplió el objetivo de analizar si existe sobreposición entre las áreas de oferta y áreas de beneficio de los servicios ecosistémicos demandados por los habitantes consultados del Gran Concepción. Esto permitirá comprender con mayor profundidad los beneficios que los ecosistemas naturales y modificados proveen a las personas con la finalidad de obtener información crucial para la planificación del paisaje, gestión ambiental y toma de decisiones.

 

Una ciudad que depende de sus zonas rurales 

Utilizando herramientas de Sistemas de Información Geográfica (SIG) y datos levantados en talleres participativos del Plan Regulador Metropolitano, el estudio logró mapear cómo se distribuyen estos servicios en el territorio y dónde las personas se benefician de ellos. Uno de los principales hallazgos fue que a mayor ruralidad, más se acentúa la necesidad de “transportar” servicios desde otras comunas.

“Por ejemplo, en muchas zonas rurales hay capacidad para ofrecer alimentos o agua dulce, pero las personas no obtienen directamente esos beneficios en sus territorios. Existe un traslado, una dependencia de otras comunas más abastecidas”, afirma Rubio.

 Este desacople se expresa en tipologías espaciales: direcciones de impacto en servicios de regulación (como la purificación del aire o el control de inundaciones), direcciones de uso en servicios culturales y de aprovisionamiento, y transporte en bienes materiales.

 

 Planificación ambiental: una necesidad urgente

La tesis —dirigida por los académicos Cristian Echeverría y los profesores informantes Rodrigo Fuentes y Paula Meli— entrega información clave para la planificación territorial. Comprender la relación entre oferta, demanda y beneficio permite tomar decisiones más justas y sostenibles, orientadas a conservar áreas que sustentan el bienestar urbano.

 

“Esta investigación busca aportar herramientas que apoyen políticas públicas más integrales. Nos ayuda a pensar dónde implementar infraestructura ecológica, conservar áreas estratégicas y ordenar el uso del suelo de forma que no perdamos lo que hoy ya está en riesgo”, indica la autora.

“Desde el Laboratorio de Ecologia de Paisaje y en colaboración con investigadores internacionales, hemos iniciado estudios, como los de Bárbara, para comprender mejor cómo relacionamos las áreas de beneficio de la naturaleza para las personas con instrumentos de planificación territorial”.

 

 Mirando al futuro

Para Bárbara Rubio, este trabajo marca el inicio de un camino que espera seguir desarrollando entre el trabajo en terreno y la investigación académica. “Quiero aplicar lo aprendido y después continuar con estudios de postgrado. Me interesa aportar al conocimiento que permita proteger los recursos naturales de nuestro país”, comenta.

 

Su trabajo fue financiado por el proyecto Fondecyt Regular N°1231230, titulado “Evaluación integrada de los impactos del cambio climático y cambio de uso del suelo sobre múltiples servicios ecosistémicos en la zona centro-sur del Chile”, financiado por la Agencia de Investigación y Desarrollo (ANID) liderado por el Dr. Cristian Echeverría.