“No es fácil en los primeros años encontrar una experiencia profesional así”

Quienes fueran estudiantes de 5° año de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad de Concepción, Valeria Castro y Daniel Torres, realizaron su práctica profesional con Botanic Gardens Conservation, en el contexto de la gestión del Laboratorio de Ecología de Paisaje.

“Uno de repente piensa que ya existe todo, que está toda la información en internet, pero ahora que me tocó revisar por mi propia cuenta, me percaté que de algunas especies no hay casi nada de datos”. Daniel Torres, el ahora Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales de la Universidad de Concepción, resume así uno de los principales desafíos que le tocó asumir en el contexto de la práctica internacional, que tuvo el objetivo, nada menos, de evaluar el estado de conservación de las especies arbóreas en todo el mundo.

Daniel y su compañera Valeria Castro, cuando ambos cursaban el quinto año de esa carrera de la Facultad de Ciencias Forestales, trabajaron junto al Botanic Gardens Conservation International (BGCI), por medio de la gestión del Laboratorio de Ecología de Paisaje (LEP) de la misma casa de estudios. A esta entidad internacional, emblema en el ámbito de la biodiversidad, se unió el LEP el año 2021, aportando con información e investigación al informe el Estado de los Árboles en el Mundo.

Como parte de ese vínculo, e investigaciones en conjunto que datan de hace más de 10 años, el BGCI permitió la postulación de los dos estudiantes. Es en ese contexto que Valeria Castro y Daniel Torres, se refieren a algunos de los aspectos más importantes de su práctica internacional junto al BGCI.

¿Cómo fue el trabajo que realizaron?
Ambos estudiantes, coinciden en que la revisión exhaustiva de bibliografía, junto al conocimiento de especies y ecología, fueron primordiales para abordar esa investigación. “Hubo que categorizar las especies chilenas sin mucha información y actualizar otras para ver su estado de conservación”, señala Daniel Torres.

Igualmente, Valeria Castro añade que “también hubo trabajo geoespacial, para clasificación de las especies según su ubicación”.

¿Qué fue lo más relevante en el contexto de la investigación?
Valeria investigó las especies Pouteria splendens (lucumo) y Cordia decandra (carbonillo). Explica que el trabajo con la primera de ellas fue más sencillo, ya que fue corroborar datos que ya existían, pero con la segunda fue una investigación que se hizo desde cero. “Con la Cordia decandra no existía ningún dato y se pudo llegar a la conclusión que se encuentra en situación de casi amenazada. Ahora se cuenta con información para poder realizar planes de acción para aportar a la conservación de ella”, sostiene.

En tanto, Daniel explica que fue una muy buena oportunidad para poder desarrollarse profesionalmente. “Todas las reuniones, todos los correos son en inglés, y eso a uno le sirve mucho, para mejorar la cultura y el conocimiento. Aparte, que la oportunidad de trabajar con ellos fue algo importantísimo”, destaca el estudiante.

¿Qué significa a nivel personal, una experiencia como esta?
“Fue un desafío personal súper importante, porque yo estaba en mi último semestre, entonces fue un tiempo bastante difícil, con mucho trabajo, pero a la vez todo fue gratificante, ya que no es fácil encontrar en los primeros años de experiencia profesional una oportunidad así”, manifiesta Valeria Castro.

De la misma forma, Daniel advierte que fue una oportunidad única el hacer la práctica junto a una institución de renombre internacional como el BGCI y que, por lo mismo, no dudaría en invitar a más estudiantes para que no dejen pasar una ocasión como esta.

Desde hace varios años el LEP trabaja junto a BCGI en la evaluación de especies amenazadas y otros proyectos de conservación. Así mismo, el LEP aportó información desde Chile para el informe mundial acerca del estado de los árboles liderado por BGCI, que se publicó el 2021 tras 5 años de trabajo y que concluyó con una inquietante estadística; uno de cada tres especies de árboles en el planeta se enfrenta a la extinción.

Además, este año se establecerá el consorcio Nothofagus, que coordinará BGCI y donde participarán instituciones como Kew Garden y la Universidad de Concepción. Se espera con esto, involucrar a instituciones de otros países, que tengan vínculos con la conservación de especies del género Nothofagus.